La apodada “musa de los Beatles”, Astrid Kirchherr falleció este mes en Hamburgo, ciudad donde descubrió el entonces quinteto antes de que éstos llegasen a lo más alto de su carrera musical.
1962, Hamburgo, mientras 5 chicos vestidos y peinados a lo Elvis tocaban de bares en bares en la ciudad alemana, una joven de 22 años estudiante de diseño gráfico y fotógrafa aficionada, se fijó en el entonces quinteto. Astrid Kirchherr acababa de convertirse en amiga de los Beatles.
A los pocos días, acompañó a la banda en una sesión de fotos en el recinto ferial de la ciudad alemana, una sesión considerada según Mark Lewisohn, biógrafo de la banda, como “la imagen definitiva del grupo antes de volverse famosos”.

Astrid conoció al quinteto, entonces compuesto por George Harrison, John Lennon, Pete Best -posteriormente sustituido por Ringo Starr- , Paul McCartney y el bajista Stuart Sutcliffe, cuando éstos aún no eran superstars y cuyo aspecto residia en la imitación de Elvis: toupé y chaquetas de cuero.
Se ganó muy rápidamente la confianza del quinteto -en sucesivas biografías y reportajes se ha desvelado incluso que toda la banda estaba enamorada de la fotógrafa- y empezó a ser una más del grupo, acompañándolos en múltiples conciertos y rodajes.

El característico peinado de los Beatles se debe en parte a Astrid. Al comenzar un romance con Stuart Sutcliffe, el denominado “quinto Beatle”, le sugirió cambiar su imagen y la del grupo entero, afirmando que no llegarían lejos si se aferraban a imitar la imagen de Elvis Presley. Acto seguido, les sugirió cortarse el flequillo -corte que ella misma adoptó- y empezó a dispararles con su cámara. Acababa de dar luz a la portada del single Love Me Do.

De la mano de su cámara, Astrid capturó instantáneas de los Beatles cuando éstos todavía eran un grupo de aficionados al rock actuando en bares y pubs con pintas elvisianas. Siempre se le recordará como la “musa de los Beatles” y la mujer que cambió la imagen del grupo más famoso de la historia.
